martes, 14 de febrero de 2017

Invierte en Comidas.

    El concepto de invertir en comidas llegó a mi gracias a algún libro de Robert Kiyosaki (Autor de Padre rico, padre pobre) y yo no lo comprendía del todo, él dio algunos ejemplos; invita a un contador a comer y te platicará de su trabajo, así aprenderás un poco de contabilidad, obviamente no estás pidiendo una cátedra de contabilidad si no la manera personal que tiene ese profesional de ver la contabilidad.
    Si invitas a comer a un médico probablemente te diga que odia que lo detengan en el súper un domingo por la tarde para hacerle una consulta rápida sobre un grano enorme que le está saliendo en la espalda a la persona que lo abordó (si, mostrándoselo y todo), entonces ya sabes que si encuentras en la calle a un doctor que conoces, te olvidas que es médico y lo tratas como persona te tendrá en la mente como una persona agradable.
    Hasta ahí ya había entendido, pero cómo invitar a un empresario a comer? Ni siquiera conozco empresarios, no tengo amigos abogados o corredores de bienes raíces. Esa era la parte que no sabía cómo aplicar, hasta ahora.
Salimos de una clase nueva y una compañera nos llevó a mi y a otra chica en su coche, platicamos un poco, shalalá, shalalá y ya cerca de donde nos iba a dejar nos dijo que si queríamos cenar tacos, cada quien pagando lo suyo, inmediatamente mi otra compañera dijo que no, que cenaría con su mamá. yo tenía dos opciones: Cenar tacos solo en mi casa o cenar tacos acompañado. Decidí cenar acompañado porque la compañera en cuestión era actriz y una persona muy interesante.
    Paramos en una taquería que ella conocía, curiosamente lo que comimos fueron enchiladas. Yo le platiqué un poco de mi vida, a lo que me dedico y cómo vivo pero yo no era el interesante en la mesa, esta señora (calculo unos cuarenta y pocos) tiene una exposición de arte mañana, me platicó todo lo que está haciendo para organizar eso, es actriz, ha estudiado en Europa y en México con actores fregones, ha hecho teatro, canta ópera muy bonito (si, la escuché), da clases de actuación para no actores, de modales y protocolo, da talleres a mujeres que han sido abusadas, también me platicó de su vida diaria la cual es muy diferente a la mía, para empezar ella paga de renta lo que yo gano en un buen mes, su manera de ver y de tratar a los meseros, su forma de hablar, de expresarse, de ver las cosas.No es que me haya gustado eso o que yo lo estuviera juzgando todo, simplemente el hecho de estar platicando muy a gusto con una persona tan diferente a mi fue un agasajo y lo mejor es que la seguiré frecuentando y tal vez mañana vaya por primera vez a una exposición de arte en mi vida (nunca lo habría imaginado).
Al final la cuenta: $200 pesos (10 dólares) cuando yo en una cena me gasto $40 (2 dólares) y además como estaba en donde no pasan peseros a la medianoche tuve que pedir un uber. Esa fue mi inversión y al pensar en lo que se perdió mi otra compañera por no gastar unos pesos de más, además de verse cortante, creo que valió mucho la pena y por fin comprendí el concepto de invertir en comidas. Si lo vuelvo a conseguir les cuento por este medio.