martes, 26 de octubre de 2010

Humor Negro


Usted lo sabe. Cómo no? Si de algo podemos estar orgullosos los mexicanos es de el ingenio y el humor negro, es decir, Reír para no llorar, el mofarse de la desgracia ajena, propia y hasta la general
Me viene a la mente aquel día hace ya más de un año por ahí de mayo o junio cuando un ligero temblor nos movió el tapete mientras nos escondíamos en nuestras casas temerosos de la influenza a h1n1: Un chiste (malo por cierto) recorrió todo el país: “Qué le dijo México a la influenza? R: mira cómo tiemblo”.
Y de la desgracia ajena (y un tanto la propia) el ejemplo más claro y relevante es el caso de los mineros atrapados en chile, si no le ha llegado el correo electrónico con chistes acerca de si la mina hubiese sido mexicana es porque usted no tiene correo electrónico. “Te juro que hace dos meses que no la veo” habría dicho a su esposa el minero infiel, una nueva campaña publicitaria seria lanzada “por los que no tomaron sol durante 60 días, tecate por ti” Además el rescate se llamaría “el rescate bicentenario” el cual todavía no se habría llevado a cabo puesto que seguirían los trámites para la excavación.
Que si Lindsay Lohan ya estuvo por el bote por manejar ebria, que si Britney Spears También la detuvieron por posesión de drogas y que ya hace rato que agarraron a la Barbie, Pobres chavitas ya no saben ni a quien seguir… Yo conocía a la Barbie doctora, a la Barbie estilista y hasta la Barbie veterinaria, pero la Barbie narcotraficante se me hace una exageración.
Puede que lo que se mandan a decir entre políticos y religiosos resulte chistoso y que el humor negro sea poderoso pero el tener que salir con poco dinero y distribuido en todas las bolsas del pantalón, el que los balazos sean casi cotidianos en algunos barrios, sufrir el cinismo de algunos políticos o la prepotencia de las autoridades, ponerse a platicar con un extorsionador en cuya trampa no caímos y que nos confiese que varios ya cayeron hoy y… bueno, la lista es larga. Puede que se nos esté acabando el humor ¬¬ pero mientras aún quede algo, podemos seguir pensando en cómo sería si la mina fuera mexicana.

Un alemán se muere y se va al infierno y descubre que allá existe un infierno para cada país entonces va al infierno del país Alemán y pregunta:
-¿Qué te hacen aquí?-, a lo que le contestan:
-Aquí primero te sientan en una silla eléctrica por una hora, después te acuestan en una cama de clavos durante otra hora y el resto del día viene el diablo y te da de latigazos-

Entonces, va a los demás infiernos y pregunta lo mismo y le responden lo mismo que en
el Alemán, entonces ve que en el infierno Mexicano está lleno de gente queriendo entrar entonces va y pregunta lo mismo:

- ¿Que te hacen aquí?- y escucha la misma respuesta:
-Aquí primero te sientan en una silla eléctrica por una hora, después te acuestan en una cama de clavos durante otra hora y el resto del día viene el diablo y te da de latigazos-

Entonces intrigado vuelve a preguntar:

-Pero ¿porque aquí hay tanta gente queriendo entrar?
y el mexicano le contesta:
–Es que aquí nunca hay luz, los clavos se los robaron, y el diablo solo viene, firma y se va.

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