Cuento chino

pues aki de nuevo, no hay novedad. mi creatividad sigue en crisi pero ya se está trabajando en eso ahora vengo cun un cuento ke me dejaron hacer en la ecuela así ke no se me ocurrió otro lugar más ke dejarlo aki pa ke no este tan abandonado XD

Nací en Francia, o al menos así me dijo mi madre que se llamaba el callejón en el que vivíamos y cuando me hacia caso me contaba historias y cuentos, digo, no se puede esperar mucha atención cuando tienes otros 7 hermanos, en fin. Soy el gato Cataríno López, Nací en la calle, no pude elegir, había que vivir entre escombros y basura, afortunadamente Dios me hizo un gato soñador, tenía visiones, quería otra forma de vida, un dueño, un hogar, comida y todo eso que te dan los humanos cuando te adoptan.

El callejón daba hacia una ventana, la ventana de los Herrera, estando allí se escuchaba todo, yo ya conocía a la familia: Gloria, una madre de 33 años de edad que principalmente se la pasa en los spa recibiendo masajes, de compras o tomando el té con sus amigas, Julio, un empresario muy ocupado, rico y la mayor parte de la semana en el trabajo y Elena, la pequeña de nueve años de la que estaba enamorado. Todas las noches me ponía en la ventana a escuchar sus clases de ingles, por eso aprendí que yo soy un dreamer cat, y ella en sus clases de piano ya estaba avanzando, y yo me seguía enamorando, quería que ella fuera mi dueña, que me consintiera, me diera de comer, me pusiera una camita al lado de la suya, que me platicara sus secretos, yo sería su mejor confidente y amigo, por desgracia ella ni siquiera sabía de mi existencia y si me viera gritaría de pánico al ver un gato callejero como yo.

A mis hermanos no les gustaba la idea de que soñara con algo mejor, ellos eran resignados a la vida que tenían, con el que mejor me llevaba era con Tom, era todo pintito y a el le contaba lo que había escuchado en la ventana de los herrera, a el tampoco le gustaba la idea pero me escuchaba y me apoyaba, un día me dijo que si tanto quería esa vida por qué no me presentaba con Elena, y no le pude responder…tenía tanto miedo al rechazo de Elena que ni me atrevía a hacer ruidos en la ventana, sólo me la pasaba ahí durante horas esperando escuchar algo.

Después de la pregunta de mi hermano Tom, pasaron varias semanas y yo seguía pensando en eso, en realidad quería presentarme, tenía la oportunidad, y varias veces traté de hacerlo pero en el último momento me invadía el pánico y regresaba al callejón, no podía soportar más eso. Una noche escuché llorar a Elena, se oía mal, algo le había pasado y no había forma de saber que era, bueno si, si la había, reuní todo mi valor y entré, estaba decidido, temeroso, nervioso, emocionado… y de repente pisé mal y caí debajo de la cama de Elena, ella se asustó, miró bajo su cama, me estaba buscando, yo me escondí, nunca había sentido tanto miedo. Esperé hasta que se durmiera para poder salir por la ventana, tenía una mezcla de emociones inexplicable, nunca estuve tan cerca de ella como esa noche y lo eché a perder.

MI HERMANO TOM me escuchó cuando le conté todo pero ya no me dijo nada, después pensé todo el día cómo podría presentarme de tal manera que ella me pudiera adoptar y cumplir mi sueño, en esta ocasión estaba más decidido que nunca esa noche me presentaría con Elena, con lo que me gusta el agua fui a la fuente a darme el peor chapuzón de mi vida pero valía la pena, durante ese día no jugué ni hice nada para tratar de no ensuciarme, lamí todo mi cuerpo para estar lo más presentable posible, mi hermano Tom me ayudó a ponerme un listón que encontramos en la basura, bien dicen que la basura de unos es el tesoro de otros, planee toda la noche, practiqué mis poses de gatito tierno, mi ronroneo, en fin, todo lo que tenía que hacer para impresionar a Elena, el plan ya estaba hecho, sólo faltaba ejecutarlo.

ESA NOCHE el cielo estaba lleno de estrellas, Elena llegaría en media hora de su escuela y yo estaba preparado. Subí como siempre hasta la ventana y la abrí como ya había aprendido, ella no estaba, así que yo no estaba tan nervioso, hasta que ella llegó ¡había salido temprano! Para cuando me di cuenta, mi plan ya se me había olvidado y mis patas torpes tropezaron de nuevo tirando los botecitos de pintura vegetal sobre mí. Tirado en el suelo no podía hacer nada cuando vi la puerta abriéndose, estaba perdido ¡todo un día de planeación y años de preparación soñando con este momento! Ella estaba ahí, me vio, la vi, esbozó una sonrisa, me tomó en sus brazos, gritó y corrió con su madre diciendo “!Mami, mami, mira un gatito! No tengo idea como es que su madre le dio a entender que ella estaba de acuerdo con que se quedara conmigo, fue el mejor día de mi vida…
DESDE ESE DÍA no ha parado de consentirme y a pesar de que ya pasó bastante tiempo de eso, ella sigue encantada con migo. Creo que he aprendido que a pesar de la falta de apoyo, y el temor que le tengas a las cosas hay que armarse de valor y enfrentar la situación para poder alcanzar tus sueños.